REPRODUCCION DEL PEZ DISCO
Los discos al hacerse adultos al año o año y medio, comenzarán a formar parejas de entre un grupo de jóvenes que adquirimos, ésta o éstas parejas que se formen, se separarán un poco del grupo y defenderán una porción de acuario del resto de los peces, tanto de discos como de otras especies, y si las condiciones del agua son las adecuadas, no tardaran en hacer puestas, ph ligeramente acido 6 a 6,5 y dureza muy baja 2 ó 3 grados alemanes, temperatura ligeramente alta alrededor de 28º C, es conveniente para inducir a la puesta hacer cambios de agua.
Son ovíparos, es decir la hembra deposita los huevos que se quedan pegados a una hoja, piedra, etc. y en el acuario incluso sobre un cristal, casi en el mismo instante que la hembra pasa su oviducto depositando un ramillete de huevos el macho hace lo mismo pero soltando liquido seminal sobre los huevos, repiten esto varias veces hasta completar la puesta, posteriormente ambos padres se turnaran abanicando los huevos con las aletas pectorales, y extrayendo con la boca algún huevo que no haya sido fecundado, para evitar que se formen hongos.
En las parejas jóvenes es posible que al principio se coman las puestas, bien por que se enmohezcan los huevos o por inexperiencia, algunos criadores recurren a unas rejillas para evitarlo.
Los síntomas previos a una puesta se manifiestan en la pareja por una serie de movimientos convulsivos parecidos a temblores del cuerpo y de la cabeza unas horas o un día antes, y además habrán empezado a limpiar con la boca el sitio elegido para la puesta.
Durante unas 48 horas aproximadamente, dependiendo de la temperatura, lo habitual y aconsejable son unos 28º C, permanecerán adheridos al cristal, hoja de planta o piedra donde se efectuó la puesta, transcurrido este tiempo nacerán al estado larvario, se abrirán sus delgados y trasparentes cascaras para permitir los movimientos de la cola, y se alimentaran del saco vitelino.
Esta fase también depende su duración de la temperatura, lo normal son unos tres días, durante los cuales las larvas se agitan pero permanecen adheridos al mismo sitio de la puesta, por una glándula que tienen en la cabeza, que suelta un material adhesivo, si una larva se suelta del sitio los padres la cogen con la boca y la escupen hacia las otras larvas para que se quede pegada, y es muy corriente que los padres hagan traslados de las larvas, tomen varias en la boca y se las lleven a otro sitio del acuario y allí la escupen con fuerza para que se queden adheridas.
Pasados estos tres días, las larvas estarán formadas se habrán convertido en alevines y de un momento a otro empezaran a nadar, los padres en estos momentos estarán muy atareados, devolviendo los alevines al lugar del grupo de las intentonas de nadar o alejarse de éstos, una vez que todos los alevines comiencen a despegarse de su sitio y comiencen a nadar, si todo va bien nadaran hacia los padres muy juntos a su cuerpo y comenzaran a picotear a los padres para comer la sustancia alimenticia que segregan a través de las escamas.
Los alevines siempre nadaran muy pegados al cuerpo de los padres y sólo se separaran para cambiar de progenitor, hacia las dos o tres semanas se despegaran algo, pero al menor síntoma de peligro se volverán hacia los padres, cualquier alevin que se despiste y se aleje, irán en su busca lo capturaran con la boca lo transportaran y lo escupirán junto con el grupo.
Ambos padres se turnaran en esta tarea de alimentar a los alevines, mientras están con uno, el otro miembro de la pareja vigila o busca alimento, hasta una dos semanas que sean capaces los alevines de tomar otros alimentos, en cautividad se les suele dar artemia salina viva recién nacida, no antes de los 6 ó 7 días de empezar a nadar, pues no tienen boca suficiente para tragarlas.
A las dos semanas ya pueden picotear la papilla que les damos a los padres, incluso estos les enseñaran y les incitaran a que la coman, seguiremos ayudando con artemia hasta la tercera semana, a la cuarta semana tendrán un tamaño molesto para los padres, y deberemos ponerlos aparte.
Durante esta fase espectacular y bonita por el comportamiento de los padres hacia los alevines, poco corriente entre los peces, cuando uno de los padres presiente un peligro comienza a ejecutar unos temblores parecidos a los que hacia antes de la puesta, aunque no son exactamente iguales, y todos los alevines se agolpan contra los padres para protegerse, cualquier intruso o la mano del criador que se acerque a los alevines será agredida por los padres.